martes, 3 de noviembre de 2009

LA HUELLA DEL DINOSAURIO


Primer lugar Concurso Poesía 2007
Instituto Cultural BancoEstado
en sus 50 años

Lodo y luna
preservaron las huellas
que plasmó el dinosaurio…

…estampó
sobre el fango
su adiós petrificado…


…y se perdió su paso
tras el pétreo horizonte
de las Termas del Flaco.


¿En qué noche
ancló el mar su voz telúrica
en los muelles de estrato?...

...¿su gemido oceánico
en los altos picachos?


Recoge
el arrebol entre sus redes
un eco aún salado…

…es el grito de las olas que perdura

por la orfandad
del fósil
olvidado…

…su llamado inaudible
surge como acertijo en el ocaso
encallado en las piedras…
…vestigio del pasado…


Encendido en las aguas
con su avío de canto milenario
fulge un icono:

el faro de la tarde…
…la kármica voz de las raíces…
…el vuelo del cóndor de alas blancas…


¿En qué noche
retornó la marea
cuando imprimió en el barro
su huella el dinosaurio?

lunes, 2 de noviembre de 2009

INDISOLUBLE





Extravío mis pasos
entre las calles del crepúsculo.

Mi voz busca
mis palabras gastadas
vacías de sueños
inventados
que en noches solitarias
intentaron
creer en los milagros.

Las aves atraviesan
la frontera del cielo
con sus plumas delgadas
justo cuando la brisa se detiene
en medio de esta huída
ataviada de adiós.

El regreso es el mismo
que las veces pasadas.

Aún no puedo esculpir
un eco nuevo
en las postrimerías
de la tarde
mientras el sol cubre de herrumbre
los paisajes
que viajan a la vera del tren.

Esta noche
a la hora del olvido
la luna
me mostrará su rostro
pintarrajeado de silencio.

MOONLIGHT




A lo lejos
la luna escarba las playas solitarias
que la neblina cubre con su aliento.


Aguarda que la antorcha se sumerja en el mar
reflejándose entonces con su destello gris plateado
sobre el resabio que una ola abandona en la arena.

Interminables cúpulas se desvanecen en la espuma.

Soledad y silencio...

y algo más
que murmura el océano.

viernes, 2 de octubre de 2009

REHACERSE


"No se puede llegar al alba sino por el sendero de la noche" - Khalil Gibran
.
No hay nada que esconder
desde la perspectiva de la vida
desde aquella visión de un ser del universo
desde la libertad que me da la palabra
de poder expresar aquello sucedido
en un pasado tan remoto
que hoy vive mas allá de cualquier horizonte.
.
Se abrió la puerta oculta
de un silencio dormido.
Se conoció un secreto
se vulneró la intimidad
guardada con temor y vergüenza
el momento terrible
el instante infecundo.
.
Cada ser
con todo lo que es en su interior
debe reconstruir lo lamentado
hacer salir el sol
por aquellas ventanas que ha cerrado
sanar esas heridas que lo convierten
en esa criatura desvalida
que sólo necesita de un abrazo
para poder seguir
que sólo necesita poder recuperar
sus raíces perdidas
saber que el cielo aún es de color azul
en sus pupilas
entender que uno más es uno menos
y uno menos nunca será uno más.
.
Nadie se encuentra protegido totalmente
de sí mismo
la razón nos juega a veces
tantas malas pasadas
si no sabes quién eres
si no entiendes quién llegarás a ser
si no conoces cuál es esa identidad
que no debes perder.
.
Si te extravías en medio del camino
debes enarbolar esa bandera
en que flamea la verdad
como única alianza
reconocer tu esencia
verdadera y profunda
real... definitiva.
.
¿Quién puede comprender totalmente
la verdad de otro hombre?
Somos tan diferentes
a pesar de parecernos tanto.
.
Sólo te reconoceré
en el respeto que le des
a mis dolores más profundos.

martes, 22 de septiembre de 2009

¿RECUERDAN A MATTEO GIORGIONI... RECUERDAN LO SUCEDIDO ESA TARDE, AQUELLOS QUE ESTUVIERON EN EL PATIO DEL ANTIGUO LICEO?


Una historia mágica... para volver a recordar...

Otoño 2006


En un bus que regresaba desde el norte de Chile esa última semana de marzo, el asiento N° 13 sería el primer eslabón de una cadena de acontecimientos que se sucederían hasta culminar en un maravilloso Recital Poético Musical, producto de uno de esos mágicos sucesos que la confabulación de espacio-tiempo nos tienen de vez en cuando reservados.


Integrante del Centro de Extensión Cultural Pablo Neruda de la ciudad de San Fernando, Sexta Región, René Barraza Pizarro jamás imaginó que al sentarse al lado de aquel joven, comenzaría otra locura nerudiana que nos contagiaría a todos nuevamente, de la esencia más pura de nuestro eterno amor: la poesía. Y que en esta ocasión, vendría acompañada de la música.


Durante aquel viaje, fue conociendo un poco la historia, los sueños, la sensibilidad de este joven y su lema que pronto se convirtió también en lema nuestro: "Los grandes cambios empiezan desde las pequeñas cosas". Su nombre: Matteo Giorgioni. Un joven de 25 años, graduado en Historia y Filosofía en la universidad de Bologna en Italia, que a la escasa edad de 6 años comenzó a descubrir los sabores y sonidos del mundo, de la vida y de la naturaleza, derramando en el piano su amor por la música. Y al interior de nuestro grupo, comenzó a desarrollarse un nuevo sueño.


Cada tarde de ensayo, Matteo nos transportó a través del teclado de un hermoso piano Steinway que dentro del museo del liceo Neandro Schilling de nuestra ciudad, llenaba el aire de emociones intensas. Su sonido embriagando mi alma, encendió dentro de mi pecho incontenibles sensaciones, transformándose en versos todas aquellas lágrimas que en profundo silencio se atrevieron a rodar por mis mejillas. Y nació un poema, escrito en esas madrugadas que precedieron a la noche del Recital, al que convocamos como en cada ocasión a toda la comunidad, para compartir juntos la conjunción de las fuerzas y energías del universo entero, que hacía que desde puntos tan lejanos del globo se pudieran unir dos distintos idiomas en el lenguaje perfecto de la música y de la poesía.

Y llegó la esperada noche del Recital "Poesía en Piano"...


El antiguo patio del liceo en proceso de restauración, guardó en silencio las voces y las risas de los niños de antaño corriendo por sus suelos, y escondió entre sus muros la añoranza de un pasado lejano que aún permanece intacto en un retazo del ayer, para dar cabida a los poemas y a la música. Esa noche, la última del mes de marzo, cuando el aire de otoño se colaba entre los corredores, todo estaba dispuesto para tan extraordinario evento. Con imponente estampa, el negro y lustroso piano Steinway, se encontraba instalado en el medio del patio rodeado por las altas murallas que se perdían en el infinito, dispuesto a inundar cada alma presente con su aroma melódico que permanecería para siempre guardado dentro de cada uno de nosotros.


Mientras la noche oscura arropó con su manto de brillantes estrellas el patio del liceo, desde un ventanal en el segundo piso un nerudiano comenzó a declamar esos primeros versos que daban la partida al recital, y la ronda poética fue girando en la noche. Luego llega Matteo. Con esa juventud que se viste de sport y zapatillas, y que sin embargo armonizaba perfectamente con la figura del piano, se acercó con su cara repleta de sonrisas y sus ojos brillando de emoción, con esa sencillez que sólo alberga quien posee un espíritu grande. Comparte con el público entre cada tema presentado, y explica a un auditorio de más de cien amigos de la cultura y el arte, cómo en su proceso creativo, toma una melodía que le gusta, la pone dentro de su pecho, espera a ver que pasa dentro de él, luego comienza a tocarla en el piano, y es ahí cuando su alma se comunica con el alma del ese gran instrumento, en un lenguaje que ya no necesita de palabras: tan sólo la emoción tiene cabida.


Matteo se entrega por completo, y sus dedos de oleaje interpretan un abanico de variados temas conocidos y una a una sus hermosas composiciones, comenzando con su primera creación que a los 15 años surgió del dolor de tener a su abuela hospitalizada allá en Italia... "cuando una semana más tarde terminé de componer este tema, mi madre me avisó que mi abuela había muerto. Así, -comparte Matteo- ella se fue al cielo transportada en el sonido de mis lágrimas".


La noche termina perfecta y redonda, y el joven italiano ya no pudo dominar su emoción cuando el público presente le aplaude de pie y le canta, por estar de cumpleaños en esa primera madrugada de abril.


"Los grandes cambios empiezan desde las pequeñas cosas". Esa noche pequeñas grandes cosas sucedieron, y pequeñas semillas se albergaron dentro de cada uno de nosotros. Aún resuenan en el patio vacío, así como en mi pecho lleno de aquellas sensaciones, los ecos de la música. Él se debió marchar llevando su mochila cargada de recuerdos. Prometió regresar, y cuando eso suceda, buscaremos nuevos pequeños sueños que entre todos haremos realidad una vez más.


Si aún quieres saber algo más de Matteo, ingresa en su página de internet:


domingo, 24 de mayo de 2009

ESTAR VIVO



Primera fotografía conocida, año 1826, de Joseph-Nicéphone Niépce, titulada "Punto de vista desde la ventana de Gras"

Una imagen que puede inspirar una reflexión:

Como muda película de antaño, la visión de una calle del pasado tejió golondrinas en los ojos de aquel anciano ser. Los muros sin color, recargados de años, como su piel herida de vejez, se habían vuelto grises, sin saber, como él, que el ropaje perece, mientras el alma vive mucho más, cada vez que siente en su interior, a ese niño que aún sigue arriba del manzano, asombrándose una y otra vez al mirar en el nido, el eterno milagro de la vida.

O un poema:

ALTURA

Arriba
existe un mundo diferente,
debajo de las cornisas,
dentro de las canaletas,
entre los instersticios
donde termina cada curvatura.
Tal vez sea el silencio
que horada los rincones
por entre las neblinas
del invierno,
o las plumas de un ave
que dejaron escritas
entre las tejas húmedas
las rutas para volar al norte,
o aquella sensación
arriba de los tejados
donde el musgo creció
hasta formar alfombras
diferentes.

Abajo
en la ciudad
nadie presta atención,
es tal la algarabía,
de pasos sobre las veredas,
de rutina ruidosa
de rudos automóviles,
de vitrinas que chillan
colores y dinero.

Arriba
donde los postes se unen
con alambres metálicos
para llevar la luz,
donde las chimeneas
hablan con voz de humo
la tristeza rojiza
del madero quemado,
se encuentra a borbotones
esa tranquilidad
que queremos hallar
y que no encontraremos,
porque nunca
se nos ocurrirá
para poder sanar,
volver
nuestra vista
hacia el cielo.

miércoles, 20 de mayo de 2009

EL PINTOR



(A mi padre)

Se internó en los misterios de la vida
y hundió en un rojo intenso su pincel.

La mano trabajó con soltura los trazos,
divagó unos instantes
y el lienzo se inundó de su sangre
en un goteo inexorable
que confundió en sus venas un color
que nacía y moría al mismo tiempo.

Era la tarde navegando constante,
dibujando ella misma
sus figuras de sombra,
meciéndose a la hora en que nada se altera,
mimetizando sus matices reales
hasta ser parte sin premeditación
de esa pintura que comienza a crearse.

Él ve sus sueños más secretos
quedar sobre la tela,
se solaza en silencio, confundido,
luego ahoga el pincel
en el líquido espeso
que en un frasco se ha teñido de rojo.

No le interesa la época del año,
da lo mismo si es Enero o Abril,
si afuera en el parrón
la uva está madura y envejece
o si una hoja extraviada en el aire
pasea su ropaje otoñal
dibujando un adiós invisible
que sube sin remedio.

El tiempo ya no existe para él,
es algo tan efímero
que sólo ha de quedar en la pintura.
Nadie lo apura, y es feliz.

Mientras la tarde continúa dejando
su eco dorado en la silueta de los cerros,
el hombre se sonríe,
recoge otro pincel,
mezcla azul con un poco de blanco,
y se apresta a crear esta vez
un pedazo de cielo.

AJENA



Pintura del pintor polaco Jacek Yerka

Ajena a tus latidos y a tus pasos
sostengo entre mis dedos
cansados de vacío
el eco de los tiempos que se han ido.

Hago senderos nuevos
sobre las huellas ya gastadas
del ocaso.

A veces
parece que regresas
trayendo un sueño nuevo
bajo el brazo.

Y con sigilo
me acerco irreverente
a rozar la silueta
que dejó tu recuerdo
debajo de mis sábanas.

lunes, 18 de mayo de 2009

BEAGLE



Brota añil de la tierra
el agua enriquecida
de tiempo y de silencio.

Lejanos los parajes indómitos,
templos de hielo eterno
que el frío y la distancia concibieron;
formas casi casuales
como el himno ancestral
con que la lluvia tiñe
de índigo el paisaje aterido.

La soledad del sur
allá, cerca del Beagle
una danza pionera
en la que el viento arrecia
con su voz pasajera,
un altar de extramuros protegiendo
la cotidianeidad de lo presente.

Un rincón
donde surge milagroso
un hálito de vida.

VOLVIENDO A SER



Una niña
una mujer
un inicio que cabe en la corola de una rosa
una copa desnuda que rezuma pureza.

El cielo azul tiende un racimo
sobre su cabellera
y brota en su mirada la confianza.

Una mujer
una niña
algún amanecer no fue como esperaba
le destrozó algún sueño
como aquel de llegar con la inocencia intacta
como corona de cristal entre sus manos.

Ha desechado la cortina de las lágrimas
en su mirada el sol sigue saliendo cada día
a veces nada cambia
hay que seguir
volver a rehacerse sin culpas ni rencores.

Queriendo ser mujer
cuando se es una niña.
Volviendo a ser la niña
cuando ya se es mujer.

PRESENCIA



Hay un amor oculto en las astillas del madero
sobre los muros que cosechan nostalgias
bajo la luna que yace ataviada de noche
y voltea su rostro sin un trazo de luz.

Como un susurro que parece vibrar interminable
los grumos del lodazal repican sin descanso
aquella letanía del ocaso doliente.

Entre los clavos salpicados de herrumbre
una pequeña astilla yace olvidada
el madero dejó su sombra triste en medio del camino
perdida en la distancia de un adiós no esperado.

Las hojas reivindican con su propio arrebol una danza ligera
caen ociosas sobre la curvatura de la luna
que quedó abandonada sobre la hierba húmeda.

Una presencia se desborda perenne
y una verdad que no claudica ni se olvida
colma inconmensurable a cada ser.

Cada rostro que mira a las alturas
suele ser dueño de un secreto.

ARTESANO DE VIDA



Detuve mi carruaje en un recodo de la vida
y lo observé...
Pregonaban los ecos de aquellos dedos suyos,
impregnado su tacto
de la vida que quiso rescatar
de la gruesa corteza
de aquel mudo paisaje.


El roce de sus manos
fue botando barreras;
dibujando lo nunca antes esperado
en esa oculta voz de la madera
que aguardó al artesano.


Cada tronco se partió sin dolor,
se dejó intervenir,
no opuso resistencia
y aromó con su fragancia oculta
la naciente figura.


Esculpió el artesano
otro nuevo poema de nudos y de fibras;
tomando entre sus dedos
la figura emergente,
que limpió de impurezas
lanzándola a la vida.


La armonía que sus manos crearon
continuó su camino;
y oculto en la espesura,
envuelto en un abrigo
de rugosa textura
lo esperan muchas voces todavía,
escultor de la savia
artesano de vida.

domingo, 17 de mayo de 2009

FOREL



Desde un punto lejano
surgen desde la tierra los rieles del pasado
bajo el tren del ramal.

Triste se empina el cerro lejos de la ribera
buscando oír el eco profundo de la tierra
en el grueso caudal.

Arrastra el viento la cotidianeidad
lanzando trazos húmedos al aire
como retazos que el pasado salpica sobre el río.

El torrente arremete tantas veces
hasta borrar de luna las orillas mojadas;
constante es la corriente en que hunde sus remos la niñez
al surcar la nostalgia.

Los pájaros elevan su oración hacia el dorado velo de la tarde
mientras el suave traqueteo de los carros se detiene en Forel.

A lo lejos, galopan en la orilla algunos cascos
con sus crines al viento;
una pequeña embarcación se desliza ligera
guiada por la brisa de la tarde.

En la ribera opuesta
cuando el soplo del mar cabalga sobre el río
si aguardas en silencio
el silbato del tren sabrá decirte
que has llegado a Forel.

EN LAS MANOS DE MATTEO



Me acercaste a la esencia de la tierra
mientras ibas más allá de lo que tiene nombre;
ya no pudo mi voz
lo que escondieron los silencios.

Y encontraste en el piano
el lenguaje que atrapó su sonido
en su caja de cuerdas y madera templada.

Preferiste buscar lo no encontrado,
escuchar los rumores desde adentro
y, habiendo dibujado con tus dedos de oleaje
eternas y constantes marejadas,
sacaste del teclado
sus ecos de semilla.

¡Caro bambino!
le sueltas las amarras a las constelaciones
sin que al tiempo le importe;
es de viento y de fuego el sonido creado,
de mares y de tierra.

Y me pasa que a veces
cuando la lluvia trae
los paisajes que duelen en el alma,
mientras voy más allá de lo que tiene nombre,
sólo espero escuchar
a toda la naturaleza concentrada
simplemente
en las manos de Matteo.